terapia duelo

TODO SE RESUME EN UNA PREGUNTA: ¿PODEMOS VIVIR SIN PERDER NADA O A NADIE POR EL CAMINO?. PARECE QUE NO ¿VERDAD?

Es inherente a la vida, vamos a perder cosas y personas queridas, y eso no es malo, ni negativo, ni nada, eso es sencillamente vivir, sin adjetivos, sin calificativos.

Y precisamente porque eso es así, estamos preparados y diseñados para afrontar esa pérdidas y poder seguir adelante de manera sana. Otra cosa, es que algunas demandas de nuestro entorno, nos pongan palitos en la rueda para conseguirlo.

terapia de duelo

Y ¿QUÉ ES EL DUELO?

El duelo es un proceso y una respuesta psicológica y emocional, totalmente natural,  es la forma de responder ante la pérdida.

Normalmente el duelo está asociado a la pérdida de un ser querido, pero el mecanismo se dispara para superar la pérdida de algo importante, querido y “necesario” en la vida de la persona.

Como ya hemos adelantado, los seres humanos venimos perfectamente diseñado y preparados para gestionar la pérdida,  de hecho el 90% de las personas que experimentan la pérdida de un ser querido atraviesan un duelo sano.

Todos sentimos dolor cuando perdemos  un ser querido, o algo que queremos, pero sólo ese 90% de  personas que pasan por el proceso natural y necesario del duelo vuelven a vivir y a amar plenamente.

“Aceptar y darse permiso para el dolor. Ingredientes esenciales para superar la pérdida”

-DEVIDAMENTE

La vida, la muerte, la pérdida, y por lo tanto, el duelo, han sido temas presentes de manera constante en los ritos, los cuentos, la literatura, y por supuesto en el pensamiento y el estudio. 

Fue la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, quien hizo un abordaje científico y analizó rigurosamente el proceso de duelo, lo que le llevó ya en 1969 a exponer su teoría, en el Libro “sobre la muerte y el morir” de las 5 etapas del duelo, que a día de hoy sigue plenamente vigente.

Así, las personas vamos avanzando en un proceso de 5 etapas para poder gestionar la pérdida y superar ese proceso de duelo. No son etapa pasivas, según lo que hagamos en ellas, así iremos avanzando en la difícil tarea de afrontar la pérdida :

1. Primero  negamos lo ocurrido. Etapa de Negación

Esa negación parece que ayuda a mitigar el impacto emocional en el primer instante  de la pérdida y permite aplazar parte del dolor a un momento posterior. Es normal, dejemos que esto ocurra, que coja un poco de poso para poder empezar a reconocer lo que ha ocurrido y lo que tendremos que afrontar.

¿Cómo no estar en shock si nos acaban de decir que quieren el divorcio?

¿Cómo no “entender nada” si nos acaban de informar de la muerte de un persona muy amada y querida?

Evidentemente, esta etapa no puede ser indefinida, algún momento u otro toca confrontar la realidad, pero mentalmente, cognitivamente, tenemos que prepararnos para ello.

2. En segundo lugar nos enojamos. Etapa de la ira

Se disparan los sentimientos de rabia y resentimiento, y con frecuencia la búsqueda de responsables o culpables, divinos o humanos. La ira se dispara ante la frustración de que la pérdida, la muerte es irreversible, ya no hay solución posible.

Que la emoción se canalice a través de la rabia, permite que no se centre en un momento muy temprano en el gran dolor y desorientación que supone la reciente pérdida.

3. En tercer lugar, empezamos centrarnos en lo ocurrido. Etapa de la negociación

En unos caso más en otros menos, en ocasiones con mayor intensidad y en otras como meros pensamiento pasajeros, pero aparecen Pensamientos entorno a si se podría haber hecho algo para cambiar lo ocurrido, la pérdida o  la muerte.

Son frecuentes preguntas como: ¿y qué habría pasado si…?, ¿y si  hubiera tomado otra decisión?, ¿ y si hubiéramos ido antes al médico?, ¿y si…?.

Estamos ya mejor preparados y empezamos a centrarnos en lo ocurrido, en la persona que hemos perdido, en lo que ya no tenemos.

4. Ahora es momento de tristeza, ya nos toca llorar. Etapa de la depresión

Llega el momento de experimentar una intensa sensación de vacío y tristeza. Son momentos en los que muchas personas podemos sentir que no hay ya incentivos para continuar viviendo el día a día sin esa persona que falta.

5. Y en la última etapa, ya estamos preparados para aceptarlo. Etapa de la aceptación

Asumimos y aprendemos a tolerar el dolor emocional de convivir con la persona perdida : poco a poco se va recuperando la capacidad de experimentar alegría y placer.

Están son la 5 etapas del duelo, pero ni todas personas pasan necesariamente por todas estas etapas, ni en ese orden específico. El duelo se puede manifestar de distintas maneras y en momentos diferentes para cada persona.

ENTONCES ¿POR QUÉ A VECES NO SE LOGRA SUPERAR LA PÉRDIDA?

El proceso del duelo es natural, si,  pero en ocasiones este proceso se puede complicar por muchas causas:

  • Que la pérdida sea inesperada, 
  • Que sea un pérdida prematura, 
  • Que esté ocasionada por una desaparición, 
  • Que sea una muerte por suicidio o por homicidio, 
  • Que  esté precedida de otras pérdidas recientes o no superadas, 
  • Por determinados estilos de personalidad (personalidad dependiente, por ejemplo), 
  • Por el déficit de recursos psicológicos de afrontamiento, etcétera.

El entorno en el que toca vivir, con sus normas, sus demandas, sus exigencias, también juega un papel esencial, en el hecho de que cada día nos encontremos a más personas con dificultades para gestionar sus duelos. 

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La pérdida puede descolocarnos. Necesitamos recuperar el rumbo para seguir adelante.
DEVIDAMENTE

Nos toca vivir en un contexto psicosocial, donde la sociedad se aleja de cualquier cosa que suponga malestar,  tratando de evitar el dolor, renunciando a querer incorporar la pérdida, la frustración como algo normal en la vida

De alguna manera podemos decir que se está produciendo una desnaturalización de la pérdida, de la muerte, como si fuera un acontecimiento extraordinario y externalizando su vivencia fuera de las casas, en los tanatorios, algo así a como si fuera una experiencia ya ajena al hogar, junto con cierta tendencia a evitar a hablar de lo que nos duele, de la muerte.

Todo esto ha cobrado especial relevancia social a raíz de la compleja situación que ha generado la pandemia del Covid19. Que duda cabe que las difíciles situaciones por las que han tenido que atravesar miles y miles de familias, sin poder ver, ni despedirse de sus seres queridos, hace mucho más complicado un duelo, ya de por si difícil, por lo repentino e inesperado de las pérdidas. Desde aquí, aprovechamos para dar todo el ánimo y apoyo que nos es posible

Sea como sea, todo aquello que nos lleve a bloquear la expresión normal de dolor, para lo que el humano está perfectamente preparado e impida  dificultar que el proceso natural fue duelo fluya.

Si el proceso de duelo no transcurre de manera natural, dará lugar a lo que llamamos “Duelo Complicado”. Worden planteó la siguiente clasificación de posibles duelos complicados:

·Duelo crónico: Se mantiene en el tiempo, su duración es excesiva y la persona es consciente de que no puede pasar página.

·Duelo retrasado: En el momento de la pérdida, la  reacción emocional no fue adecuada ni suficiente y surge tiempo después,  en reacción, por ejemplo a algo que nos recuerda a la persona fallecida. Esto es cada día más frecuente, haciendo uso de ansiolíticos y antidepresivos que dificultan una correcta gestión emocional de la pérdida.

·Duelo exagerado: Se produce una sobrerreacción con sintomatología claramente depresiva, de trastornos de ansiedad, etc,.

·Duelo enmascarado: Aquellos casos donde no se manifiestan explícitamente las emociones “esperadas” ante un duelo, y se observan determinados síntomas físicos como: dolor de cabeza, trastornos gástricos, problemas dermatológicos, o conductas desadaptativas, que no pueden explicarse mejor por otra causa.

Debemos aprender, necesitamos saber integrar el dolor y la pérdida, es la mejor manera y más sabia de poder volver a sonreír. Esta es la paradoja, el frenesí por tener que estar siempre “sonriendo”, “hiper felices”, nos aleja de conseguirlo de verdad.

¿PUEDE TRATARSE O PREVENIRSE UN DUELO COMPLICADO?

Si, efectivamente, es un pregunta retórica. Se puede.

Terapia de duelo

 

Por todo lo que hemos ido comentado, y porque en estos tres ejes está la clave de una tratamiento eficaz del duelo, en nuestros programas de tratamiento nos enfocamos en:

a)    Hacer real la pérdida.

b)    Aprender a reconocer y gestionar los sentimientos que produce: enfado, culpa, ansiedad, impotencia, tristeza…

c)    Aprender a vivir sin la persona fallecida o sin lo que hemos perdido.

Un PROGRAMA DE INTERVENCIÓN, eficaz y adecuado, debe plantearse  objetivos como:

  • Prevenir un posible duelo complicado
  • Ayudar a aceptar la realidad de  la pérdida. 
  • Facilitar la expresión de emociones.
  • Ayudar a la persona a adaptarse a la nueva vida sin el la persona que ha perdido.
  • Ayudar a situar emocionalmente a la persona perdida de manera adecuada y seguir viviendo.

Con esos objetivos como telón de fondo es importante que podamos valorar:

  1. Qué tipo de duelo tenemos que trabajar: ¿Es un duelo normal?, ¿estamos ante un posible duelo complicado?, ¿es un duelo complicado?
  2. ¿Nos enfrentamos solo a un proceso de duelo?:  se hace necesario también poder establecer un diagnóstico diferencial, y  poder descartar o no que también estemos ante la presencia de una Depresión, un cuadro de ansiedad, Estrés postraumático, etc,…
  3. Y por último , es igualmente importante poder evaluar otros posibles problemas asociados, como pueden ser problemas sociales (cierto aislamiento, riesgo de exclusión social, Red de apoyo social,..) o incluso posibles adicciones

Afortunadamente, son muchas las técnicas de intervención de que disponemos y que aplicamos en nuestro programa de tratamiento,  entre las que podemos destacar:

  • Reestructuración de pensamientos distorsionados.
  • Parada de pensamiento.
  • Espacio del día para el pensamiento rumiatorio o distorsionado.
  • Relajación.
  • Exposición a las conductas evitativas, ejemplo: no entrar en la habitación del fallecido
  • Resolución de problemas.
  • Toma de decisiones.
  • Entrenamiento en Habilidades Sociales.
  • Rituales de despedida.
  • Ventilación de emociones

Y algo que queremos resaltar de nuevo, nunca es un objetivo olvidar, nunca. Trabajaremos siempre para poder integrar en la vida a la persona perdida y desde ahí, que siga ocupando un lugar, pero un lugar sano y que nos deje seguir adelante y volver a sonreir.

Estaremos encantados de poder ayudarte en ese momento complicado.

CONTÁCTANOS PARA LO QUE NECESITES!!