TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
La preocupación excesiva por la imagen, una elevada autoexigencia y perfeccionismo, tendencia a infravalorarse, junto a la presión social muy intensa respecto a la apariencia física, son variables que con frecuencia están detrás a la hora de desarrollar un trastorno de la alimentación.
Con frecuencia se observa una línea continua que lleva a pasar de anorexia a bulimia, y de bulimia a anorexia.
La restricción de alimentos en la anorexia; la restricción con atracones en la bulimia, con o sin vómito o purga provocada en ambos casos; la ingesta compulsiva aun cuando se esté saciado, acompañada de una elevada ansiedad y culpa en el caso del trastorno por atracón, son algunos de los trastornos de la alimentación con los que nos podemos encontrar.
Si observas que alguno de los siguientes síntomas están presentes, es recomendable que busques ayuda. Como en prácticamente todo, cuanto antes te pongas a trabajar sobre ello, más sencillo será el camino:
- Observas un miedo intenso a engordar, incluso aunque estés perdiendo peso.
- Te impones muchas restricciones de comida (cada vez un poco más)
- Para compensar después de comer, observas que realizas ejercicio físico, usas laxantes, diuréticos, o incluso te provocas el vómito.
- Después de comer sueles tener pensamientos negativos, acompañados de ansiedad y sentimientos de culpa.
- Tu autoestima depende en exceso en tu imagen física.
- Evitas comer en público, ocultas tus hábitos de comida y observas que esto está limitando tus relaciones sociales.
- Tu estado de ánimo ha bajado, desde que te preocupas constantemente por tu peso e imagen física.
- Te produce placer ver “lo bien que controlas las comida”
- Te pone nervios@ que te toquen
- Comes demasiado rápido y cantidades excesivas, aunque no tengas hambre y lo haces con ansiedad.