Erección o no erección, esa es la cuestión

Basta con navegar un poco por la red para descubrir el creciente interés y la gran demanda de información sobre la disfunción eréctil, y que duda cabe el gran negocio creado entorno a la erección, sus virtudes y sus “calamidades”. 

Tratamientos con testosterona, tratamientos farmacológicos con inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5), como el talafilo (CIALIS), Sidenafilo (VIAGRA, REVATIO , y otros), potenciadores naturales de la erección, “naturales” a base de Maca, Ginseng, L-arginina, …y así un larguísimo etcétera. El negocio está servido.

Disfunción eréctil

En nuestro país, 1 de cada 5 hombres mayores de edad sufre disfunción eréctil (Asociación para la Investigación en Disfunciones Sexuales en Atención Primaria (AISD-AP), datos que habría que matizar y donde los porcentajes son mayores a medida que subimos por las franjas de edad, pero es un baile de cifras que poco o nada nos aporta aquí, quedémonos en que sos mucho los hombres que por diversas causas, tienen algunas diferencias de entendimiento con su pene.

“La erección es una consecuencia, nunca un objetivo”
Devidamente

¿Y qué es exactamente la disfunción erectil?.

Nada mejor para exponerlo, que ir a la fuente donde se recogen los criterios para diagnosticar este y todos los trastornos sexuales y psicológicos, el DSM V, donde para empezar se habla de Trastorno de la erección en el hombre, y se considera aquel trastorno (entre otros criterios técnicos) donde se presenta una “Incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual”.

¿Y eso que significa?, desmenucemos un poco este criterio diagnóstico para clarificar lo mejor posible de que estamos hablando, y también para que mucho hombres y/o parejas puedan tranquilizarse. Veamos:

Incapacidad Persistente o Recurrente: Es decir, que haya alguna pérdida de erección o de intensidad de la misma, o que puede ocasionalmente no conseguirse una erección, no es suficiente para hablar de un trastorno de la erección. 

Aquí, autores como Kilmann y Auerbach, plantean que el hombre pueda alcanzar una erección que permita el coito al menos en el 75% de las ocasiones, y del mismo modo, Kaplan lo plantea en sentido inverso, que el hombre no consiga alcanzar la erección en el 25%  de sus contactos sexuales.

Obtener o mantener una erección apropiada: Erección apropiada es la que permite la penetración, el coito. Ni siempre el hombre tiene la misma intensidad de respuesta (al igual que en el caso de las mujeres), ni todos los hombres tienen la misma respuesta sexual.

Y para dejar constancia de esto, nada como repasar los “once tipos de virilidad“ que publicó Ciociola, G, hace ya unos cuantos años (“Eleven kids of virility”, Sexology: doc 299-301), señalando y dejando patente que pueden darse desde:

Una ausencia total de deseo y capacidad para la erección – pasando por la capacidad de poder lograr una erección parcial con determinados estímulos – por tener erecciones matutinas espontáneas, pero no en otro momentos del día –  erecciones espontáneas  por la simple caricia del cuerpo – erecciones espontáneas ante un estímulo muy leve, erecciones intensas y vigorosas acompañadas de intenso impulso sexual,”

Es decir, que debemos tener cuidado de no caer en ideales ni plantear la respuesta de erección como un dogma de fe, que se tiene o no se tiene. 

Y la última parte del criterio diagnóstico, “hasta el final de la actividad sexual”: y si bien parece obvio, se nos plantea una pregunta, cuando menos interesante: ¿Qué se considera el final de la actividad sexual?….

Y aquí, el papel de la pareja, en mucho casos, entra en la ecuación: ¿qué espera la pareja?, ¿qué frecuencia/intensidad de relaciones demanda?, ¿logra alcanzar el orgasmo con la penetración vaginal (en le caso de parejas heterosexuales)?, ¿Cuánto tiempo necesita la pareja para alcanzar el orgasmo?, ¿el final es cuando la pareja alcanza el orgasmo (o eyacula en el caso de pareja homosexuales)?,…y podríamos plantear alguna que otra pregunta. Es decir, este último matiz no es “pecata minuta”.

Sea como fuere, la disfunción eréctil es uno de los problemas que más se tarda en reconocer. Lejos de avanzar con el paso de los siglos, nos encontramos con un asunto, donde el hombre poco menos “que se la juega”, no estar “a la altura de las circunstancias”, pone para muchos en juego “su masculinidad y  su valor. 

El hombre aún es reticente a aceptar que, quizás, no cumple los estereotipos. La masculinidad mal entendida hace que muchos acudan en busca de ayudad después de haber sufrido de manera innecesaria, y probablemente esta es la razón de que más del 20% ni siquiera este diagnosticado.

Es más, a pesar de que la disfunción eréctil es un problema que afecta a la sexualidad, y por ende, a la pareja, solo el 30% de los afectados acude en busca de ayuda con su pareja, cuando su presencia y testimonio ayuda a arreglar el tema mucho antes que si el hombre acude solo. Esa tendencia masculina a  no compartir los problemas y sufrir en soledad, con lo complicado que resulta siempre esto, en este y cualquier aspecto de la vida.

Disfunción eréctil
Nada tiene de excitante la ansiedad, la erección se cruza de acera cuando la ve.
DEVIDAMENTE

Causas: ¿qué puede pasar para que la erección no acompañe?

Nos encontramos ante un trastorno, donde pueden ser múltiples las causas que estén detrás de las dificultades de erección, y como siempre que hablamos de trastornos sexuales esas causas podémoos agruparlas en Causas Orgánicas/fisiológicas o Causas Psicológicas.

Los datos, actualmente indican que alrededor de 1/3 pueden tener un origen físico, mientras que el resto, por exclusión, se explica por causas psicológicas. Dicho de otro modo, alrededor del 33% puede deberse a causas Orgánicas y el 66% a Causas psicológicas.

Por lo tanto, lo primero que es determinar si estamos ante dificultades de erección por causas físicas y psicológicas, y para ello, un pregunta crucial: ¿Tiene ud. erecciones nocturnas / matutinas?. Si la respuesta es afirmativa, casi con una certeza del 100% estamos ante causas psicológicas.

“Cuando es un problema físico las erecciones nocturnas, también, desaparecen”

Además de ser perfectamente normal, las erecciones nocturnas o involuntarias (se producen un promedio d 4-5 erecciones nocturnas), son un indicio de que todo va bien con su pene, por lo tanto, de momento, es una gran noticia.

Se trata de un mecanismo natural que desencadena la relajación de la musculatura de los cuerpos cavernosos y las arterias del interior del miembro, permitiendo una mayor afluencia de sangre y oxígeno. Como resultado, el pene aumenta visiblemente su volumen. Este endurecimiento ayuda a la revitalización y regeneración de los tejidos del pene y a prevenir el surgimiento de fibrosis en los cuerpos cavernosos, provocadas por la baja circulación sanguínea,  y que así “todo funcione como es debido”.

Del mismo modo, si es algo que no observa, una visita al urólogo, puede ser interesante. Y dicho sea de paso, cuanto antes acuda, mejor. 

Dicho esto, ¿cuáles son esas posible causas?, si ánimo de ser exhaustivos y sin entrar en análisis, vamos a esbozar las más frecuentes

Causas Orgánicas

  • Consumo de sustancias: El consumo regular de sustancias como era alcohol, los barbitúricos, la heroína, la cocaína, la marihuana, y las anfetaminas, están asociados a a muchas disfunciones sexuales, entre ellas la que afecta a la erección, como efecto rebote, superadas las primeras fases con efectos más centrados en la deshinbición que en un primer momento pueden favorecer la erección y reforzar el consumo. Su efecto negativo es a medio-largo plazo.
  • Consumo de Fármacos: ciertos fármacos como antidepresivos, hipotensiones y algunos tranquilizantes, pueden tener efectos negativos sobre la erección y/o el deseo.
  • Trastornos arteriales y/o vasculares: os enfermos de cardiopatías dieron señales de disfunción eréctil antes de que el corazón diera muestras de que había un problema.
  • Priapismo. Elevada presión de los cuerpos cavernosos que origina dolor en la erección.
  • Lesiones neurológicas especialmente de los nervios pélvicos.
  • Deficiencias o alteraciones hormonales, principalmente de andrógenos, como la testosterona
  • Varioceles, por su efecto de aumento de la temperatura en la zona genital y su correspondiente disminución de los niveles de testosterona .
  • Diabetes

Causas Psicológicas

Como introducción, solo decir, que un porcentaje muy alto de hombres que presentan dificultades con su erección, se localizaron y obsesionaron con ella, después 2,3,4 veces que ocurrió.

De todas las causas psicológicas y ganas de manera aplastante, la ansiedad relacionada con la actividad sexual, una tendencia a tener que “ser perfecto” también en la cama. Si la exigencia a tener una “buena” erección, a mantenerla, a ser el “mejor”, a satisfacer a las pareja, etc,  es muy elevada, probablemente cuando en alguna ocasión no logre lo que se supone que DEBERÍA, niveles de Pre-ocupación se disparen y el miedo a “no estar a la altura de las circunstancia”, empiece a gobernar su vida sexual, y la inseguridad crezca.

El peor enemigo del pene, es la observación, no decimos que sea tímido, solo que no le gusta que le observen y le impongan. La erección es una respuesta involuntaria. La erección se desencadena en respuesta a estímulos eróticos, placenteros, excitantes, y la preocupación no es uno de ellos, es más, las respuestas de estrés bloquean la respuesta de erección en la compleja interacción entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático. En cuanto el hombre deja de ser actor de su vida sexual y pasa a ser expectador, la erección empieza a salir de escena.

Por otra parte, no menos desdeñable, otra causa frecuente es la presencia de cuadros de ansiedad y estrés sostenido en el día a día, trabajo, familia, pareja, puede interferir en una adecuada respuesta sexual.

Relacionado con lo anterior el cansancio físico y/o mental, es otra variable que está presencia en no pocos casos.

Y como entorno al sexo, es probablemente donde mas mitos e ideas “propias” existen, desafortunadamente, es algo que parece que “mejor no tocar en casa”, pues lo dicho que se asumen algunas ideas que no son precisamente muy saludables. Así, cosas como:

  • Tengo que funcionar sexualmente bien. Es desastrosos si no es así”.
  • “El sexo tiene que ser gratificante siempre”.
  • Tengo que satisfacer sexualmente a mi pareja, todo depende de lo eficaz y potente que yo sea”
  • para ser atractivo necesito una buena erección 
  • Tengo que conseguir una erección solo con que mi pareja me atraiga”

Y así un largo etcétera.

Aquí solo decir, que ninguna es cierta, al menos tal cual estaña planteadas, pero eso lo vemos ahora.

¿Tiene solución?, ¿existe tratamiento?

Soluciones, hablemos de soluciones.

Como siempre, la buena noticia la final. Años y años de investigación y trabajo han permitido a la sexología tener respuestas y tratamiento.

Como ya hemos comentado en otro blog, y lo que nos queda por insistir en ello, hay un requisito de partida en todo el proceso de trabajo y entrenamiento, CERO EXIGENCIAS, la única exigencia es tratar de disfrutar de cada momento, es decir, la erección será una consecuencia, no un objetivo en si mismo. 

Como casi siempre, si hay pareja, importante que sea protagonista en el tratamiento.

  • Primero tocará trabajar solo. Logra la erección con autoestimulación y una vez conseguida, piérdela, para volver a estimularte, volver a lograrla y volver a perderla (técnica de parada-arranque o de compresión)
  • Superado lo anterior, juegos de caricias con la pareja, pero sin incluir las zonas genitales, y a disfrutar del masaje, caricias, …prohibido el coito bajo ninguna circunstancia.
  • Lo mismo que lo anterior, pero ya se pueden incluir las zonas genitales.
  • Ya en condiciones de pasar a la masturbación por parte de la pareja, pero, en cuanto este la erección, a perderla!! (técnica de parara-arranque o de compresión)
  • Ya podremos dar entrada al coito, a la penetración, pero con retira de pene y pérdida voluntaria de la erección
  • Y así hasta ir incorporando pasos hasta la penetración con coito completo.

No deja de ser un esquema general de un proceso de trabajo y entrenamiento, que como siempre, debería adecuarse en lo necesario, y algo muy importante…manejando al mismo tiempo lo que ocurre en la cabeza, que puede boicotear fácilmente cada paso.

Asi que, como siempre, si trabajamos para recuperarnos de una lesión, ¿porqué no hacer lo mismo para recuperar también ese otro músculo?.

Que la erección no te domine, solo aprende a disfrutarla.

Encantados de poder ayudarte. Llámanos si crees que necesitas ayuda