DEPRESIÓN

LA DEPRESIÓN: CUANDO LEVANTARSE DE LA CAMA ES UN ACTO DE CORAJE

LA DEPRESIÓN

A veces es mil veces más valiente y heroico vestirse cada mañana, que atravesar un campo de minas, y mil veces más agotador construir una sonrisa que construir la mayor muralla.

Hace ya mucho tiempo, en una de las terapias con una persona muy especial que llevaba toda la vida luchando con una depresión de tomo y lomo, aprendí una forma de visualizar la depresión que la resume muy bien: “ es como tener en algún lugar dentro de tí, el más impactante descubrimiento que ha hecho la humanidad: un Agujero Negro que lo absorbe todo y no deja salir nada. Te deja seca de energía, ganas, fuerza. Soy una heroína, he conseguido que no me engulla

Claro, concreto, fácil de entender y visualizar y lo mejor, ¡¡¡ESPERANZADOR!!!. Por muy intenso que sea, podemos conseguir que no nos engulla. Y no solo eso, podemos conseguir que sea un agujero negro evaporado, que nos devuelve toda la engría y nos deje ¡¡¡Libres!!!

Al fin y al cabo, aunque en otro orden de cosas, ya Stephen Hawkins postuló  en 1974 que los agujeros negros pueden evaporarse , y eso acaba de comprobarse. Por lo tanto, costará lo que cueste, pero la depresión la evaporamos.

¿Qué es realmente una Depresión?.

Para quien nunca la ha vivido, tiene su complicación explicarla. Y cada día es más importante, porque es otra gran pandemia que nos está ganando el terreno. 

La OMS calcula que en estos momentos habrá mas de 350 millones de personas deprimidas en el mundo y que será la primera causa de discapacidad en el año 2030DEPRESIÓN

Entre el 8 y el 15% de las personas sufrirán depresión a lo largo de su vida, casi nada. Sin entrar en otros pormenores, tenemos por delante  un reto de salud pública, porque las repercusiones a medio y largo plazo, tanto individuales como sociales, familiares y laborales, no son precisamente de poca importancia.

“La depresión no es un signo de debilidad. Se trata de una señal de que has sido fuerte durante demasiado tiempo.”

Así que, al menos, vamos a tratar explicarla. Y dándole vueltas, creemos que compartir una carta recibida hace un tiempo,  sea un de las mejores manera de acercarnos a ella. Y por cierto, gracias por escribirla, gracias por tus palabras y gracias por compartirla.


Hola .

Ante todo quiero agradecer de nuevo tu ayuda, tu empeño, tu ilusión, tu confianza y tu excelente trabajo para devolver ilusión, alegría y risa a mi vida. Probablemente una de las mejores decisiones que he tomado y que ya siempre supondrá el renacer de mi vida. 

Orgullosa de lo duro que he trabajado y peleado, lo he conseguido!!!!, pero sé que sin tu saber ayudarme, no lo habría logrado o al menso habría sido diferente.

Hubo un día, en una de sesiones de terapia, que así, casi sin importancia, se me grabó a fuego una frase, “de alguna manera, todos somos un poco responsables del bienestar o del malestar de los demás. Algo así como el Efecto Mariposa”. Hoy estoy más convencida que nunca de que encierra una gran verdad. Por eso, y por si puedo formar parte de ese batir de alas de mariposas que pueda ayudar a alguien a dar los pasos que necesite, me ha parecido una buena idea compartir mi historia, cómo viví y sentí mi depresión y que puedas usarlo si algún día crees que puede ser útil.

A quien lea esto, todo mi  ánimo, mi cariño y mi fuerza para que más pronto que tarde, des los pasos que te liberen de esta enfermedad mental puede hacer que la normalidad de tu día a día se vea frenada en seco y que como yo hice hace ya un tiempo, busques la ayuda necesaria (no siempre es fácil), que sinceramente creo que es el primer paso para conquistar la ansiada “normalidad” en nuestra vidas.

Hace un tiempo, estaba en el mismo punto, en el mismo estado, en el mismo letargo y con la misma tristeza que todo lo empañaba. Sin saber cómo, ni cuándo, ni dónde, ni porqué, la depresión me enganchó y me dejé engañar por ella. Porque la Depresión es un mentirosa. 

Hay una gran desinformación acerca de la depresión, que si las personas deprimidas nos pasamos el día llorando y tristes, que si estamos así es por falta de actitud, que si es porque somos débiles, etc, etc…Que fácil es opinar, ¿verdad?

Pues no, la depresión se coló en mi vida de forma silenciosa, poco a poco, sin un motivo aparente, como un parásito que se instala para quitarte la energía. Te pasas el día apática, cansada. Al tiempo aparece el insomnio, tu carácter cambia, te aíslas de tu entorno y nada ni nadie consigue que te ilusiones, la motivación, la alegría, han desaparecido. 

Y fuera de ti, no hay tregua, la vida sigue y tienes que seguir tomando decisiones, trabajando e incluso manteniendo tu higiene personal pero no tienes fuerzas y ves como vas perdiendo todo poco a poco, como va desapareciendo tu yo y te conviertes en una desconocida para lo demás y para ti. Y por si fuera poco, hay que sonreír, las pocas fuerzas que nos quedan, las consumimos en sonreír. Si, si, sonreír, muchas personas deprimidas, sonreímos. Es una sonrisa triste por dentro, pero sonreímos y hasta disimulamos bien ¿eh?.

El refugio de la soledad suele ser el más reconfortante y traicionero al mismo tiempo, al menos lo fue para mí. Las relaciones sociales se reducen, y no sin esfuerzo, a una escapada al súper o a la farmacia, las estrictamente necesarias. Desapareces para tus amigos y rehuyes a tu familia. Muchas veces porque escuchar esas frases del tipo: “no te preocupes tanto”, “anímate”, “tú lo que tienes que hacer es…”, “sal a dar una vuelta y verás la vida de otro color” y un largo etcétera, hace que te sientas aún más paralizada, culpable y sola. Otras simplemente es porque no tienes fuerzas. 

Y así, poco a poco, lentamente, se va cerrando el círculo, y la depresión gana la partida.

Y no es fácil reconocer la depresión. A mí me costó lo suyo, siempre queda el “a lo mejor mañana ya me levanto mejor”, y luego va derivando hacia ver el mundo como algo que no va mucho contigo, o tu mucho con él.  Y si reconocerla no es fácil, pues ya  lo que pedir ayuda es todavía más complicado. 

Hay aún muchos estigmas asociados a las enfermedades mentales y recurrir a la ayuda de un profesional no siempre es un paso fácil de dar. A mi, personalmente me constó inmensamente, tanto que lo oculté durante un tiempo, mal, hecho, lo sé, pero estaba tan destruida. Pero ahora, puedo decir que es tan necesario como respirar. Dar el paso, acudir a un profesional, compartir con tu psicólog@ aquello te atormenta, y empezar juntos a trabajar en ello, te hace encontrar un espacio seguro donde entiendes que muchas cosas de las que sientes y te pasan son parte de la enfermedad, que son fruto de una manera de percibir lo que te rodea, porque depresión es una mentirosa y te engaña, que estar triste es una reacción de la mente, y sobre todo, que no hay nada malo en eso. 

Aprender a aceptarte, a quererte un poco más cada día, y a partir de ahí, vas dando pasos de gigante, poco a poco, lentamente, pero LOS DAS!!!, Y LO  CONSEGUIRÁS!!!

Confía, déjate ayudar, es la clave. Por tus amigos, tu familia y ayuda profesional,…,el proceso de recuperación será un largo camino, pero será más fácil y lo mejor,  reconquistarás a tu YO. 

Yo había asumido que no era para mi eso de sentirse bien, pero me siento bien, he logrado dejar atrás las mentiras y el pozo en el que la depresión nos quiere manejar, y puedo decir ahora que vivir merece la pena, y mucho. 

Gracias a quien ahora te estará ayudando a ti, a ese enorme profesional y mejor persona, que tanto me ayudó a entender y humanizar lo que me pasaba, y que tantas herramientas me enseñó para trabajar y dejar atrás lo que estaba haciendo daño, aprenderás a girar y gobernar tu vida. Y por encima de todo, tu mism@, con tu esfuerzo y tu trabajo, un día, estoy segura de que escribirás cosas parecidas a estas, orgullos@ de haberlo logrado.

Y poco más. Solo espero haber aportado mi pequeño batir de alas.


Algo así debió pensar Danny Baker, autor del libro la Depresión es una mentirosa  (“Depression is a liar”), cuando en su cuenta de Facebook pidió que quien hubiera pasado o estuviera conviviendo con la depresión, tratará de explicarla como sus propias palabras. Con ánimo de incidir en ello, vamos a poner solo algunos los muchos comentarios que recibió:

  • “Cuando tienes depresión nada te divierte, nada te hace sonreír”.
  • “Sientes que eres como un fantasma… que no eres parte del mundo real”.
  • “Es como ahogarse, excepto que puedes ver que todo el mundo a tu alrededor está respirando.”
  • “La depresión es un lugar oscuro del que no se puede escapar. Es como estar encerrada en una habitación sin luz, ni ventanas ni puerta. Está tan oscuro que no puedes ni siquiera ver tus manos delante de tu cara, no digamos ya encontrar una salida.”
  • “La depresión es la incapacidad para construir o imaginar un futuro.”
  • “Una pérdida total de quien eres.”
  • “Estás debajo de un suelo de cristal, gritando y golpeando en él para intentar captar la atención del resto del mundo que sigue sus vidas sin ti. El problema es que nadie puede oírte y ni siquiera saben que estás atrapada allí.”
  • “La depresión es un estado en el que nada sabe, huele o sienta normal y donde eres incapaz de pensar o tomar decisiones y, sin embargo, tienes que seguir haciendo todas esas cosas. Aunque la mayor parte del tiempo no tengas ni la energía ni las ganas. Pero tienes que seguir de todas maneras.”
  • “La creencia de que tú no importas.”
  • “Como si los mortífagos de Harry Potter te hubieran agarrado y hubieran chupado todo lo bueno que había en ti.”

Todo lo anterior deja bien a las claras de que hablamos cuando hablamos de depresión. De hecho, si, como siempre hacemos, nos vamos a la fuente, los criterios diagnósticos que establece el DSM IV reflejan exactamente eso:

DEPRESIÓNLa presencia casi diaria de al menos cinco de los siguientes síntomas, incluyendo necesariamente un Estado de ánimo deprimido y la Disminución del interés o placer en cualquier actividad:

  • Aumento o disminución de peso/apetito
  • Insomnio o hipersomnio
  • Agitación o enlentecimiento motor
  • Fatiga o pérdida de energía
  • Sentimientos inutilidad o culpa
  • Problemas concentración o toma de decisiones
  • Ideas recurrentes muerte o suicidio

Todo esto Interfiere con el funcionamiento cotidiano y no es debido a medicamentos, drogas o una condición médica general ni está asociado a la pérdida de un ser querido hace menos de 2 meses.

¿Y porqué nos deprimimos?

La pregunta del millón. 

Para empezar, esta pregunta se merece por si sola su propio blog,  que publicaremos en breve. Dicho esto, en primer lugar es necesario que entendamos la depresión como enfermedad psicobiosocial, es decir,  hay factores psicológicos, factores biológicos y factores sociales/culturales implicados. 

El debate entorno a todas estas cuestiones está muy vivo y el eterno debate entre herencia o aprendizaje está abierto. Pero ¿porque esa disyuntiva?. En unos casos serán predominantes los factores psicológicos , en otros casos primaran los factores biológicos,…lo que está claro es que es una enfermedad compleja y complejo es tratar de encasillar sus causas.

Se  plantea, por ejemplo, que “La depresión se debe en un tercio a la herencia genética y en dos tercios al ambiente  (aprendido/psicológico)”. ¿Cómo se calcula esto?, ¿es realmente así?. ¿Cómo separar la cuestión genética del aprendizaje si de quien heredamos geneticamente también es con quien se convivimos y de quien aprendemos?. Como veis, complejo y sinceramente creemos que merece su propio blog. Aquí también tienes más información

Causas biológicas/ genéticas de la Depresión

En este sentido , hay personas con mayor vulnerabilidad biológica a padecer depresión, se estima que un tercio del riesgo es atribuible a la herencia genética y dos tercios a factores ambientales. 

Por otra parte, hay enfermedades que se asocian a depresión. Así, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio, las enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo o enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, aparecen como antecedentes de depresión. Pero esto no significa que cáusese en si misma depresión. 

Pero no por padecer una esclerosis múltiple se desarrolla una depresión. Luego hay otras variables en juego en continua interacción, no tod@s reaccionamos igual ante lo mismo.

Causas psicológicas de la Depresión

Básicamente aquí está todo aquello eu hemos ido aprendiendo y que nos. defien: como hemos aprendido a resolver los conflictos, como hemos aprendido a pensar sobre nosotros mismo y sobre los otros, como hemos aprendido a reaccionar emocionalmente ente las adversidades, que expectativas hemos aprendido y desarrollado sobre lo que es esto de vivir, y un largo etcétera, nos atrevemos a decir que está casi siempre presente.

¿y dónde aprendemos tales cosas?. 

¿Pues dónde va a ser?, en nuestro entorno, con el que interactuamos y ale que nos tenemos que adaptar. Algo así como pillar las reglas del juego, pero claro, observamos las reglas de juego ya viciadas, las reglas que tienen con quienes crecemos.

depresiónAdemás, y como ocurre con otros muchos más trastorno o enfermedades,  también nos encontramos con  acontecimientos adversos durante la vida que pueden convertirse en un importante factor de riesgo de desarrollar una depresión. Lo que se viene a llamar acontecimientos vitales estresantes, por destacar algunos:

  • abandono familiar
  • situaciones de abuso infantil, 
  • ambientes de violencia familiar, 
  • infancia con una salud delicada,
  • la pérdida de un ser querido o duelo.
  • problemas económicos.
  • rupturas sentimentales.
  • enfermedades propias o de familiares.
Factores sociales

Y como no, a tod@s nos toca lidiar con un contexto social, cultural, donde sin darnos cuenta, se ha instalado un mandato que casi casi, lo empaña todo: “ser como se supone que debemos ser: perfect@s”. Efectivamente, es una misión imposible, y cuanto más se intentan, más cara sale la factura emocional.

Aquí, un entorno laboral instable, inestabilidad económica, dificultades de conciliación,…, son estresores que pueden ayudar a que la depresión se instale, con una reducción del tiempo dedicado a un@ mism@, de actividades placenteras, que perfectamente puede ser disfrutar sin otro objetivo que disfrutar de un buen paseo solo, con tu pareja, con amig@s, con hij@s, con padres. 

No podemos extendernos mucho en este punto sin caer en el peligro de implicar demasiado la complejidad de lo que estamos hablando, pero estamos convencidos de que seguro que “sabemos de lo que hablamos”

¿Y se cura la Depresión?.

Por supuesto, sin ningún lugar a la duda. 

Nos tomamos el permiso de robarle a Albert Ellis una afirmación tajante: “En gran parte, tú construiste tu depresión. No te fue dada. Por tanto, tú la puedes destruir”.

Se han dado pasos de gigante en la investigación teórica y practica sobre la depresión, y desde la psicología clínica y cognitiva, el desarrollo de técnicas de intervención eficientes es una realidad innegable.

Del mismo modo, también se han dado pasos de gigante en el abordaje farmacológico, que en algunos casos puede ser necesaria, siendo la terapia combinada, una de las opciones que más avales presenta

Aprenderemos a descubrir las grandes mentiras de la depresión y a desmontarlas, a generar rutinas que rompan el inmovilismo y a la apatía al que nos lleva, aprenderemos a disfrutar de actividades que antes nos aportaban placer, y así, provocaremos la evaporación de ese agujero negro llamado depresión.

“Una cosa es segura, estar sentado y sentirse miserable no hará las cosas más felices.”

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