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DIAL DE PENSAMIENTOS: TU EMISORA DE PENSAMIENTOS 24 H

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Hola, soy tu pensamiento. Esa emisora pensamientos que emite en directo las 24 horas del día, todos los días de tu vida. 

Y aunque nos conocemos de siempre, voy a plantear una pregunta, que aparentemente es sencilla y obvia, pero que si tenemos que definir y responder concretamente, quizás se complica un poco la respuesta. 

Dicho esto, ¿sabes que procesamos unos 60.000 pensamientos al día?, ¿y sabes que entorno al 80% son negativos?. Tiene su razón de ser y voy a tratar de explicarlo.

Empecemos por el principio: ¿Qué es el pensamiento?

¿Qué es el pensamiento?

Básicamente podemos decir que soy una actividad mental, cerebral, neurológica. Soy el producto por excelencia de la mente, del cerebro.

Soy lo que ocurre en ausencia de aquello sobre lo que se piensa. Dicho así, puede sonar raro, pero me explico. Cuando alguien hace un comentario, (el comentario ya está hecho, ya no está presente como tal), esa entrada de información en nuestro sistema perceptivo (si fuera sordo, no habría tal entrada), activa el procesamiento, el análisis y síntesis de lo que acabo de escuchar, para elaborar una conclusión, lo que entiendo del comentario. Esa conclusión es lo que se piensa sobre lo que se ha dicho. 

Eso mismo ocurre ante todo lo que percibimos a nuestro alrededor. 

Así ,el pensamiento implica a las actividades mentales que tienen lugar cuando:

  • Hago un juicio de valor, opino.
  • Elijo entre varias opciones, todo una decisión
  • Resuelvo un problema
  • Creo algo, una pintura, un boceto, un armario, ….
  • Imagino y fantaseo con las próximas vacaciones
  • Genero expectativas sobre lo que espero para este fin de semana, sobre lo que espero de tal o cual persona,…

En definitiva, soy la representación simbólica de lo que nos rodea. Construyo y reconstruyo realidades. Y esa capacidad ha supuesto un salto evolutivo enorme para el ser humano. 

pensamientosLa capacidad de combinar elementos en el cerebro, de crear nuevas utilidades, de anticiparse a las reacciones de otr@s, de organizar la información, de analizarla y sintetizarla, entre otras muchas actividades, le otorgó al ser humano una ventaja evolutiva. Y esa ventaja fue y es tan crucial, que se convirtió en la principal herramienta del ser humano para evolucionar y desarrollarse. Los cerebros más preparados para pensar fueron los seleccionados. Un proceso que continua en evolución a día de hoy.

Ese continuo proceso, esa cantidad cada vez mayor de información a manejar y compartir, hizo necesario le surgimiento de códigos más complejos de comunicación. El lenguaje.

El lenguaje, supuso un código de comunicación que hizo posible compartir ideas, creencias, …en definitiva, compartir PENSAMIENTOS más complejos y elaborados.

Lenguaje y pensamiento, nos unimos y crecimos  juntos exponencialmente desde entonces. Las palabras y los números constituyen la materia prima principal sobre la que se construyen la mayoría de los pensamientos.

Para terminar este apartado de presentación, y salvando las distancias, el pensamiento es al cerebro lo que el software es al hardware. Ninguno se entiende sin el otro. 

Siguiendo el símil inicial, el pensamiento es esa emisora que está las 24 horas del día “investigando” pendiente de la información, analizándola, debatiéndola, opinando, sacando conclusiones,…Es una fuente de “realidad”.

Ahora vamos a dar un paso más.

Pensamiento: ¿Realidad o ficción?, ¿emisora informativa o sensacionalista?

Es fácil intuir que le pensamiento es una actividad muy compleja. El cerebro ha aprendido a trabajar en red, y eso significa que está todo integrado. Las emociones, los sentidos, las experiencias pasadas, el conocimiento, …, condimentan los pensamientos. Ahora que está muy de moda el término, podemos decir que en le pensamiento se fusionan muchos elementos.

El pensamiento se entrelaza con la realidad explícita de tal manera, que con mucha frecuencia se confunden. Algo así a como si lo que se piensa sobre algo y ese algo, fueran la misma cosa.

Seguramente estemos de acuerdo en que pensar “que ese coche es rojo”, realmente supone que pensamiento y realidad objetiva coinciden, están “perfectamente” fusionadas. Pero ojo, si tenemos delante a una personas con daltonismo, la cosa ya se convierte en una cuestión estadística: el 0,5% de las mujeres y el 8% de los hombres no pueden percibir determinadas longitudes de onda que el resto si, y sobre esa base podemos seguir manteniendo que los pensamiento y realidad, coinciden.

Pero, ¿y si los que se piensa es “ese coche es el peor coche de la historia”? Aquí ya la cuestión se complica, ¿para quién?, ¿comparado con qué?, ¿en base a qué (estética, prestaciones,…)? Es muy probable que ese pensamiento este relacionado con una mala experiencia, por ejemplo, o con unos determinados criterios que no necesariamente tienen que ser compartidos por otras personas.

pensamientosEn un caso, estamos ante un pensamiento descriptivo y en el otro, ante un pensamiento  evaluativo. En la evaluación la historia de aprendizaje de cada un@, las experiencias, juegan un papel determinante. 

Es muy conveniente diferenciar uno del otro. Y nada como un par de ejemplos.

Descripción: Me cuesta mucho dar mi opinión

Evaluación: Soy un Inútil

Descripción: Tengo muy poco pelo

Evaluación: Soy fe@

Eso, si ponemos ejemplos sobre nosotr@s mism@s, pero si no referimos a otr@s, la lista de ejemplos puede ser inagotable.

Dentro de los procesos de pensamiento, describir y evaluar son “simplemente” niveles de análisis diferentes.

Aquí, ya nos surge una primera reflexión práctica. Claro que tenemos derecho a evaluar y que hacerlo no está ni bien ni mal (vaya, sin “querer” acabo de evaluar: BIEN – MAL), pero conviene detenerse a revisar:                      

  • ¿Cuántas veces durante el día evalúas y actúas en consecuencia con ello? 
  • ¿Y si intentas equilibrarlo y describir más y evaluar menos?

Veamos ahora uno de los aspectos más relevantes del pensamiento, de esa emisora interna.

Emitiendo noticias negativas las 24 horas.

¿Sabías que el ser humano tiende a “pensar mal”?. Con pensar mal, me refiero a que tiende a tener pensamientos negativos. Como ya dijimos al inicio, entorno al 80% de los pensamientos diarios son negativos en mayor o menor grado.y esto tiene una explicación evolutiva. 

pensamientosTendemos a preocupamos, nos comparamos “negativamente” con otras personas, recordamos más nuestros errores que nuestro aciertos, tendemos a pensar que el pasado fue mejor que le presente, es más probable que pensemos que perderemos a que ganaremos,…etc.

¿Y esto que explicación evolutiva puede tener?. Pues al menos hay dos aspectos claves:

Nuestra mente, nuestra capacidad de pensamiento, se desarrolló, no precisamente por y para darnos buenas noticias: “podemos estar seguros, tod@s tranquilos”, “los depredadores son buena gente y no nos harán nada”, “tendremos siempre comida en abundancia, ¡¡a disfrutar!!”, etc,…

Se desarrolló por su importancia para la supervivencia. Por su capacidad para reconocer peligros, amenazas futuras, y por su capacidad para aprender, analizar, relacionar, …y cómo resultado buscar explicaciones y soluciones. 

A pesar de que tenga mala prensa, “pensar mal” fue y es crítico para la supervivencia del ser humano.

Ahora bien, los “peligros”, pueden no estar relacionados con la integridad física. De hecho, actualmente eso es totalmente residual.  El peligro a que “nos debore un tigre”, no es uno de los peligros “previstos” para el día de hoy, al menos para tod@s los que estéis leyendo este artículo. ¿Me equivoco?

Actualmente suelo estar presente principalmente para salvaguardar la integridad psíquica. Así,  puedo tomar forma de  pensamientos para “evitar fallar”, para prevenir que nos abandonen,  hacer el ridículo, y un largo etcétera: 

  • “Mi pareja me dejará cuando me conozca”, (tendré por lo tanto que evitar “que me conozca”)
  • “Pensarán que soy tont@“ (así pues, mejor no exponerse)
  • “Es horrible que vean que he fallado.” (A ver si puedo evitar “fallar”)

En el proceso de aprendizaje por el que toda persona necesariamente pasa, se aprenden, entre otras muchas cosas,  cuáles son las reglas a seguir en el mundo, con los demás y con uno mismo. Como es un proceso individual donde cada cual tiene sus propias fuentes de información,  puede que un@ aprenda a pensar:

  •  “Soy vulnerable” “soy inferior”, 
  • “Los demás son malos”, “debo agradar a los demás”, “lo demás son mejores”
  •  “El mundo es peligroso”,  etc, etc,…

Ante esto, todo el sistema se “activa” y se pone en marcha para identificar las posibles situaciones peligrosas la integridad psíquica, para el “yo”.

De hecho, acabo de mencionar la famosa tríada cognitiva, entorno a la que se construyen la mayoría de las estructuras mentales de las personas : YO – EL MUNDO – LOS DEMÁS.

Tengo que reconocer que en mi afán de proteger, en más ocasiones de las que me gustaría, lo que ocurre es que bloqueo, paralizo, deprimo y asunto. Eso ocurre porque en esos casos se evalúa más que se describe, y si no, revisemos los ejemplos que acabamos de poner:

“Soy vulnerable” “soy inferior”, 

“Los demás son malos”, “debo agradar a los demás”, “lo demás son mejores

“El mundo es peligroso”,  etc, etc,…

Destaco en color naranja esas valoraciones y distorsiones, porque cuando menos habrá que revisar, por ejemplo eso de “vulnerable”, “inferior” “malo”, “peligroso”: ¿qué  significa ¿en qué situaciones?, ¿respecto a qué o quién?, ¿cómo lo sé?, ¿conozco a todo el mundo?,….etc, etc.

El caso es que forma parte de mi función estar siempre activo, y claro, surge la siguiente pregunta, con la que seguimos avanzando.

¿Es posible no pensar?. Emitiendo las 24 horas

Voy a ser muy contundente en la respuesta. NO

El cerebro no se detiene nunca. Está procesando información continuamente, de manera más o menos intensa, y lo hace se quiera o no, funciona de manera automática.

pensamietosPuede que te preguntes ¿cómo puede ser posible?. Digamos que el proceso evolutivo es sabio y ha “decidido”no dejar a la voluntad de cada un@, un recursos tan importante para la supervivencia y el desarrollo de la especie. 

Es inevitable pensar, igual que es inevitable respirar. Otra cosa es que se pueda  aprender a respirar mejor o a gestionar mejor los pensamientos, pero eso lo vemos un poco más abajo.

Y no solo es inevitable, al cerebro le gusta pensar, invierte en ello mucha energía, de hecho es el principal consumidor de glucosa del organismo. Y claro, en un mundo con una explosión de estímulos como en el que vivimos actualmente, pues no da abasto: Móvil, WhatsApp, twiter, Facebook, Instagram, televisión, radio, prensa, revistas,…Le gusta tanto que tiene tendencia a generar adicción a esos estímulos.

Recordemos lo que indicábamos al principio. Se procesan unos 60.000 pensamientos diarios, de los cuales una buena parte se “repiten” todos los días. Afortunadamente de la gran mayoría no eres consciente, solo de los que son identificados como importantes para ti. 

Ante tal cantidad de pensamientos es normal que entre el 85-90% de las personas tengan al menos 1 vez al año lo que se ha bautizado como Pensamientos Raros (a veces me aburro y tengo que hacer estas cosas), del tipo: “y si le meto ahora un tortazo al camarero”, “¿y si empujo a esa persona a la carretera?”, ¿y si cojo ese palo y me lio a palazos?…A lo largo de la vida, prácticamente todo el mundo habría tenido alguno. No pasa nada, lo mejor es no hacerles ni caso, son un producto de la mente y nos ha llamado la atención por lo llamativo del ”mensaje”, pero no significa nada. Insisto, lo mejor en no hacerle mucho caso y en la medida de lo posible, “reírse” de ese tipo de pensamientos. 

¡¡Ojo!!, no confundir con voces que me dicen “que empuje a esa persona” y que eso ocurra frecuentemente. En ese caso estamos hablando de otra cosa y se hace necesario contactar urgentemente con un profesional.

Y siguiendo aquello de que vale mas una imagen que mil palabras, te propongo un ejercicio:

  1. Durante 2 minutos piensa en un Oso Blanco. Da igual como piense en él, si te lo imaginas corriendo, quieto, en una foto, dibujado, en forma de peluche, repitiendo la frase “oso blanco”,..…lo importante es que pienses en un oso blanco. 
  2. Chasquea los dedos cada vez que dejes de pensar en el oso blanco.
  1. El siguiente paso es que NO pienses en un oso blanco. PROHIBIDO PENSAR EN UN OSO BLANCO. 
  2. Chasquea los dedos cada vez que tu mente piense en el osos blanco. Recuerda que se puede pensar con palabras, pero también con imágenes. En cualquier caso, chasquea los dedos.

Seguramente habrás descubierto que puede que en la primera parte del ejercicio en algún momento hayas dejado de pensar en el oso blanco, y hayas pensado en el colegio de tus hijos, en tu reunión de mañana, en tu cita de esta tarde, en los regalos de navidad,…pero mas o menos, has logrado mantener al oso. La parte más difícil habrá sido NO PENSAR EN EL, mantenerlos alejado de tu mente. 

Este pequeño Experimento, nos deja una importante conclusión: lo peor que se puede hacer para NO pensar en algo, es precisamente, prohibirse pensar en ese algo. Al prohibirlo se intensifica su importancia.

Si esto es así con un pensamiento sin mayor importancia como el de pensar en un oso blanco, y en una situación tranquila; como no si es sobre algo importante y en una situación con carga emocional.

Por lo tanto el mandato de no “no tengo que pensar en…” no es una buena fórmula. Como veremos una poco más abajo, la clave está en tener una alternativa creíble en la que centrar el pensamiento.

Pero antes, vamos a revisar una aspecto más que tiene que ver con la manera en la que tiende las personas a relacionarse conmigo, con el pensamiento.

Tus pensamientos. Tu dial favorito.

Seguramente tod@s los que estéis leyendo esto, tenéis vuestra emisora preferida, es mas, seguramente sea la única que escucháis, ¿no?. Y vamos a pensar principalmente en emisoras informativas, de noticias, aunque también tendréis vuestra emisora musical.

¿Porqué escuchas esa emisora?. Me aventuro a decir, que básicamente porque te gusta lo que te cuentan y como te lo cuentan y por que te gusta la música que ponen.

Es uno de lo componentes de la persuasión. Las investigaciones que sobre la persuasión se han hecho, nos hablan de 2 rutas de persuasión. Una ruta racional, más centrada en el discurso, y una ruta emocional, donde se procesan aspectos más allá del discurso en si. En esta última ruta, es donde aparece un factor que tienen mucho que ver con lo que quiero decir aquí.

pensamientosEse factor de persuasión es el atractivo, y no me refiero al atractivo físico, sino a la capacidad de atracción, de convicción.  Un mensaje, una persona, resulta más atractiva para otra, en virtud de la similitud la otra persona percibe con el/ella. Las personas tienen a identificarse y a darle mayor credibilidad a lo que se asemeja a ellas.

Por lo tanto no es de extrañar que si se tiene determinada manera de pensar, se tienda a leer y escuchar aquello que “coincide” con la propia manera de interpretar las cosas.

Con lo pensamientos, pasa lo mismo. Una vez que se haya aprendido a pensar de un determinado modo, y que llevo ya mucho tiempo “acompañando” a la persona, hay una tendencia muy firme a rechazar y no creerse aquello que no coincide con lo que se piensa, buscando siempre la manera de darle la razón a los pensamientos propios.

Si alguien piensa que “Fulanit@ es un/a despistad@ de quien no te puedes fiar”, aunque en el último mes, o dos meses, o el tiempo que sea, no tenga constancia de ningún “despiste”, bastará con que hoy se le haya olvidado traer la cartera, para corroborar lo que ya se pensaba con un “ves, si ya sabia yo que es un/a despistad@“.

Esto vale igualmente para los pensamientos sobre un@ mism@. 

El ser humano tiene a confirmar sus propias teorías de las cosas, en lugar de ponerlas en duda. Y eso hace que pocas personas me cuestionen, con lo que con mucha frecuencia me perpetúo, y me convierto en el Dial de su Vida.

Y llega el momento de cuestionarse: entonces, ¿nada se puede hacer?. Si, claro que se puede aprender a resintonizar y dar la oportunidad a otras formas de contarse las cosas.

Aprender a resintonizar.

Ahora ese momento de centrarnos en la parte positiva del asunto. Me refiero a qué se puede hacer conmigo, a cómo aprender a “regular” los pensamientos

Lo mejor de todo es que no es necesario ni apagar el transistor ni de cambiar de emisora , para conseguir que los pensamientos  dejen vivir y sentirse mejor.  Dicho de otro modo, no es necesario que la personas renuncie a ser.

1º El punto de partida es aprender a reconocer y conocer que los pensamientos son eso, pensamientos, no son realidades, son pensamientos, son productos de la actividad cerebral y mental de cada cual. Sobre esa base, toca trabajar:

2º Acepta lo que se piensa  y como lo piensas. NO te resistas a lo que piensas, gastarás una energía emocional y mental, con la cual lo único que consigues es alimentarme más, alimentar tus pensamientos y hacerlos más intensos.

Eso si, recuerda que se trata de aceptar que están, no de resignarse a que sigan campando a sus anchas.

3º Obsérvalos. Observa como son, que dicen, y sobre todo, y como ya hemos avanzado, obsérvame como lo que soy, un PENSAMIENTO, no necesariamente una realidad. Y es importante observarlos desde la curiosidad: ¿porqué están?, ¿de que pueden estarme protegiendo?, ¿desde cuándo los recuerdo deambulando por ahí?,…

4º Procura detenerte a revisar principalmente los pensamientos valorativos, ya sabes, opiniones sobre ti mismo, sobre los demás, juicios de valor, comparaciones,…. El objetivo es que puedas generar pensamientos más descriptivos y menos valorativos. Échale un vistazo al blog “distorsiones cognitivas”, seguro que te da algunas pistas.

pensamientosEs importante que sepas que cuesta cambiarme. No es tarea fácil cambiar los pensamientos. Conviene no olvidar que llevas  escuchando esa emisora durante mucho tiempo, y como toda emisora que se precie:

  • Tiene una línea editorial propia y adquirida durante muchos años de experiencia.
  • Hay un junta directiva que decide
  • Luego estaño los reporteros en busca de la información, de la noticia.
  • Los Redactores, que le dan forma y contenido a esa información.
  • Los maquinadores, los repartidores,…

Es decir, hay toda una estructura que se ha creado y ha crecido entorno a esa emisora. Y se merece cuando menos todo el respeto posible, básicamente, porque esa emisora, eres tú.

Anotar tu pensamientos, releerlos, compartirlos con quien tengas confianza y que te dé alternativas, tratar de hacer un chiste sobre alguno, ….son algunos trucos para ayudar a relativizarlos y oponerlos en su sitio, pero la clave esta en las tareas anteriores.

Y por supuesto, con frecuencia, es complejo identificarlos, profundizar en ellos. En muchos casos, lo mejor es acudir en busca de ayuda para poder avanzar.

Estamos aquí para ayudarte. No dices en contactar con nosotro@s si necesitas ayuda, un empujón. 

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