ansiedad social

Ansiedad social: ese miedo a los demás.

ansiedad social

Vaya cosa más curiosa ¿verdad?, ser un “animal” social, y que la presencia de otras personas me provoque una ansiedad tremenda. Es como decir que a un pájaro le provoca temor volar, vaya problema.

Realmente, solo es una curiosidad aparente. Es totalmente comprensible que la ansiedad social, o fobia social , como se la llamaba antes, sea tan relevante y tan frecuente. Vamos a tratar de comprenderlo mejor.

En un blog anterior, ya se habló de mi, de la ansiedad, así, en general, y ahora vamos a ver, cómo y porqué aparezco por el mero hecho de estar ante otras personas

¿Que soy realmente?, ¿qué es la ansiedad Social?

Como ya se comentó en ese blog anterior, siempre aparezco para avisar de que algo no va bien. Por usar un argot automovilístico, aparezco cuando “nos hemos pasado de frenada”, y toca parar para revisar qué merece la pena cambiar, cuando lo que ocurre está más allá de la inquietud y la tensión o nerviosismo normal cundo me expongo ante otr@s.

Lo primero que conviene, es no confundirme con la timidez. La timidez, es una respuesta normal y que de alguna manera nos ayuda en la labor de aprender a integrarnos y relacionarnos con otr@s. Tenemos que aprender a establecer algunos límites y reglas de juego, en función de la situación, de quien es la otra persona, del momento, del vínculo, …

ansiedad social

La timidez, esa vergüenza ante otras personas, ese temor a poder “ser rechazad@”, a que lo que haga pueda no ser “adecuado” y provoque la crítica o el rechazo de los demás, tiene su componente adaptativo y es totalmente normal cuando somos niños.

Ese temor al rechazo es normal en nuestra el ser humano. Como animales sociales/gregarios el ser humano vive y se desarrolla en grupo y es importante por lo tanto su integración en el grupo. Muchos autores afirman que al menos el 50% de las personas pueden catalogarse como Tímidas, y que incluso es una característica que en diferentes grados esta presente en todas las personas, incluso en las que presentan altas dosis de habilidades sociales.

En ese sentido, progresivamente se va aprendiendo a gestionar esa timidez y a que no sea limitante ni mucho menos en el día a día, y se convierte así en una una característica que forma parte de nosotros y que se pone de manifiesto en situaciones como puede ser que tengamos que expresarnos en público o relacionarnos socialmente con personas fuera de nuestro círculo. En este sentido, un@s podemos ser más tímid@s y otr@s menos.

La cuestión se complica, cuando esa timidez, no solo no se disipa, sino que se instala y crece, va en aumento y empieza a limitarnos. En ese proceso es cuando puede derivar en una ansiedad ante los otr@s, que genera tanto malestar que empieza a interferir en nuestra vida y se empieza a evitar el contacto social.

Así pues, bien puede decirse que soy la máxima expresión de la timidez, o dicho de otra manera, el miedo extremo al rechazo o la crítica y que lleva la máxima evitación posible de situaciones sociales donde eso pueda darse. De hecho, el DSM V, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, me define, define el diagnóstico de ansiedad/fobia social, como:

  • Un Miedo o ansiedad intensos en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas. Algunos ejemplos son las interacciones sociales (p. ej., mantener una conversación, reunirse con personas extrañas), ser observado (p. ej., comiendo o bebiendo) y actuar delante de otras personas (p. ej., dar una charla).
  • Miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente (es decir, que lo humillen o avergüencen; que se traduzca en rechazo o que ofenda a otras personas).
  • Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad.
  • Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa.
  • El miedo o la ansiedad son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación social y al contexto s.
  • La ansiedad o la evitación es persistente, y dura  al menos 6 meses. (lo normal es llevar años con ella)
  • El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

¿Qué Consecuencias tiene en el día a día?

El malestar que provoco en las interacciones sociales es tan intenso, que son muchos y muy variados los comportamientos de evitación social que provoco. 

Así, se pueden reducir mucho o se evitan todo lo posible, situaciones y comportamientos como:

ansiedad social

  • Interactuar con personas poco conocidas o con extraños
  • Asistir a fiestas o reuniones sociales, incluso en entornos familiares
  • Pedir un favor
  • Expresar mi opinión en un grupo
  • Iniciar conversaciones
  • Mantener contacto visual
  • Acudir a citas
  • Entrar a un espacio donde los demás ya estén sentados
  • Hacer una pregunta en público
  • Devolver artículos a una tienda
  • Quejarse en un establecimiento
  • Salir de compras con “conocidos”
  • Comer frente a los demás
  • Ser el centro de atención en una conversación.
  • Recibir halagos en público

Y podríamos seguir, pero seguramente con estos ejemplos sea suficiente para poner de relieve el impacto que puedo generar en la vida de una persona, porque afecta a nivel, personal/social, laboral, académico, y por lo tanto interfiere en un adecuado desarrollo y puesta en valor del potencial de una persona.

Casos concretos en los que he hecho acto de presencia y que fueron tratados manifestaban lo siguiente:

“En cualquier situación social tengo miedo. Estoy ansioso incluso antes de salir de casa. Se me pone el corazón a latir a mil  y empiezo a sudar solo de  pensar en todas las situaciones con gente que se van a presentar en el día. Es agotador”.

“Cuando entro en una habitación llena de gente me pongo colorado y siento como si todos me mirasen”.

“Cada día me cuesta más ir a trabajar, estoy todo el día tensa pensando que me puedan convocar a una reunión y tener que hablar”

“En el colegio siempre tenía miedo de que me preguntaran, dada igual que me supiera o no me supera la respuesta.” 

“Es una tortura comer con mis compañeros o ir a las fiestas de empresa. Siempre con con esa sensación odiosa de ser juzgado o parecer tonto. A veces no puedo comer ni dormir durante días antes de una reunión”.

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¿Te identificas con alguna?

 

¿Por qué aparezco?, ¿por qué se da la ansiedad social?

En algo tan específico y concreto como la ansiedad social, es muy forzado tratar de forzar la diferenciación entre causas biológicas y psicológicas.

De todos modos y para no ser dogmáticos, algunas alteraciones en la funcionalidad de la amígdala, órgano importante en la regulación de las respuestas de miedo, o de un área conocida como CA2, que se localiza a nivel del hipocampo en el sistema límbico cerebral, y que se ha demostrado que es relevante para regular y decidir si determinadas interacciones con otras personas son positivas o negativas; podrían estar detrás de algunos casos. Muy poco probable.

La experiencia clínica y teórica apunta a un origen básicamente psicológico. Y aquí tenemos la pregunta clave, ¿por qué ocurre la ansiedad social? .Como ya he dicho desde el inicio, siempre aparezco para ayudar y avisar de que algo anda desencajado y debe cambiarse.

En la mayoría de los casos, lo que ocurre es que se han aprendido y asumido ideas de un@ mism@ tales como:

“soy raro”

“soy inferior”

“no merezco la pena”

“los demás son mejores”, “están por encima”,….

Esto crea un esquema de excesiva dependencia de la aprobación del otr@, que hace que su opinión pase de ser importante a ser ESENCIAL Y CRÍTICA,  para poder sentirse bien con un@ mism@.

Así ante situaciones de exposición social, se dan pensamientos automáticos y anticipaciones como:

  • “Pareceré un tont@”.
  • “Me sentiré nervioso, se darán cuenta y  seré humillad@”.
  • “La gente pensará que soy incompetente”.
  • “la verdad es que no tengo nada que decir”.
  • “Se van a regir de mi”.
  • “Seguro que molesto”
  • Y un larguísimo etcétera.

Ante estas realidades subjetivas, nuestra integridad y seguridad personal están en peligro y por lo tanto, el miedo aparece y la ansiedad hace acto de presencia y se instala. Es mi manera de avisar de que es necesario reparar esa baja autoestima.

Aquí, antecedentes, situaciones y experiencias pasadas como:

  • Haber experimentado situaciones reales que hayan generado traumas, como puede ser experiencias de bullying en la adolescencia o infancia.
  • Relaciones tóxicas con personas que ridiculizan en ámbitos sociales
  • Entornos educativos y de aprendizaje donde se haya transmitido una preocupación por las opiniones de los demás.
  • Educación muy rígida y perfeccionista

ansiedad socialPueden ser circunstancias, hechos,  que estén en el origen de esos patrones de pensamiento aprendidos y de esa baja autoestima, aunque no necesariamente.

Por lo tanto, si lo que se ha ido diciendo hasta el momento, de alguna manera refleja lo que te esta ocurriendo, es importante que te detengas y pidas ayuda. 

¿Tiene solución al ansiedad social?, ¿cómo librarse de mi?

Como siempre la buena noticia es que todo lo que se aprende se puede reaprender y existen soluciones y tratamientos muy eficaces para dejar atrás la ansiedad social y liberarse.

Desde la Terapia cognitivo-conductual, trabajaremos y entrenaremos para aprender a modificar los pensamientos y los comportamientos que no dejan manejarse bien en las situaciones sociales, y por supuesto, aprenderemos también a gestionar las emociones que están presentes. Más en concreto a gestionarme a mi, la ansiedad.

Así, será necesario:

Aprender a identificar y reestructurar los esquemas mentales que están detrás de como se afrontan ls situaciones sociales. 

Recurrir a las técnicas cognitivas que sean necesarias para desafiar los pensamientos automáticos recurrentes, las ideas obsesivas de rechazo, el exceso de autoobservación, la ideas negativas de un@a mism@,..

Entrenarse en habilidades sociales: ¿cómo decir no?, ¿como reaccionar a una crítica?, ¿cómo reservarse el derecho de opinión?, ¿Que hacer para romper el hielo?, ¿cómo iniciar una conversación?,…

Aprender a manejar la ansiedad: Normalmente se trabajará con técnicas de relajación, bien aprendiendo a controlar la respiración,  bien aprendiendo la relajación muscular progresiva. En definitiva  todas las técnicas de relajación que puedan plantearse.

En alguna ocasión, muy pocas, puede recurrirse, como apoyo inicial, a plantear alguna medicación. Bien con Betabloqueadores,  Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o con Inhibidores selectivos de la recaptación de norepinefrina (ISRN), que ayuden a “controlar” la ansiedad en los momentos iniciales detratamiento.

Trabajar la Exposición: siempre de manera bien planificada, se abordarán en vivo y en directo las situaciones sociales temidas, para las que te ha preparado todo el entrenamiento y trabajo terapéutico. 

Cada afrontamiento con éxito de una situación social, será un paso para dejar atrás la ansiedad social.

Sin mi, sin la ansiedad como compañera de viaje, se abre un mundo de posibilidades cada día y  cada día una oportunidad para poner en valor todo lo que ¡¡¡vales!!!.

Gracias por leerme.

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