La Depresión y yo: ¿por qué?
El primer lugar, todo o casi todo lo que podamos plantear de manera general, respecto a causas
/ origen de la depresión, también se podría comentar respecto a los trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación, los trastornos sexuales, y un largo etcétera.
Y como ya sabéis l@s que nos conocéis, generar debate y reflexión, es uno de nuestros más ansiados anhelos, de lo contrario ¿que sentido tiene escribir aquí?. Así pues, allá va un punto crucial para darle una buena pensada como punto de partida.
Ya el solo hecho de hablar de causas, de origen, en algo tan complejo como la depresión de una persona, se nos hace un poco cuesta arriba. Vendría a ser lo mismo o muy parecido que lanzar la pregunta ¿por qué causas María o Juan o Ruben, o Mayte, o,…son como son?. ¿Casi nada eh?.
Son, somos personas, y como tales son ,somos complejos, con muchísimas dimensiones y lo más complejo de todo, todas ellas integradas e interactuando como una.
Así, tenemos a la persona con su fisiológica, con sus necesidades fisiológicas. También estamos con nuestra genética y nuestro organismo. A todo esto se suma la persona social, donde nos encontramos viviendo y conviviendo en comunidad y en contínua interacción con demás. Por supuesto tenemos también largo parte emocional, con sus sentimientos y emociones. Como no, también está presente la faceta Sexual, con todo el mundo hormonal y de relaciones que implica. Y como no, la parte racional, pensante, con su propia visión de las cosas, del mundo, del futuro y de si misma. Podríamos seguir, pero con esto ya nos hacemos una buena idea.
Lo mejor de todo, es que todas esas “personas”, están perfectamente integradas como un todo, en una sola persona. Así, cuando reímos, reímos como un todo, con todo nuestro ser y podemos hasta llorar de risa; pero cuando no deprimimos, también nos deprimimos como un todo, con todo nuestro ser y además de la tristeza, podemos perder el sueño, las ganas de salir, o la energía para levantarnos.
¿Dónde ponemos la lupa?
Y según donde pongamos la lupa y que nivel de análisis queramos, nos encontramos con lo que la sociología nos plantea de la persona social, lo que la psicología social dice, lo que dice la antropología, lo que nos dice la ginecología o la sexología de su apartado sexual, lo que la genética ha descubierto de su genoma y de sus cadenas de ADN y ARN, lo que la neurociencia tiene que decir de la anatomía y cartografía de su cerebro, lo que la medicina y la cirugía ha logrado conocer de su anatomía y su organismo, lo que la psiquiatría les puede aportar del funcionamiento neuronal en determinados trastornos y lo que la psicología ha avanzado en el estudio y explicación de como actúan y porqué.
Pues bien, y como colofón a este interludio, y la reflexión que queremos dejar como punto de partida, las personas no viven/vivimos en el vacío, y pensamos porque tenemos un órgano, llamado cerebro y todo un sistema nervioso, que nos permite, ver, oir, sentir e interpretar, valorar, pensar. Evidentemente todo esto tiene su química y su electricidad que son los que lo hacen posible, y por lo tanto, PENSAR AFECTA LA QUÍMICA NEURONAL, Y viceversa, LA QUÍMICA NEURONAL AFECTA EL PENSAR. La mayoría de las veces es una cuestión de nivel de análisis.
Por esto que acabamos de decir, el argumento tantas veces escuchado de “su padre y/o madre también tenían depresión. Eso nos dice que es genético/hereditario”, es lo mismo que decir “su padre y su madre también son abogados. Eso nos dice que es genético/hereditario”.
¿Acaso no han convivido con sus padres, con su entorno, y han aprendido de el?. Inevitablemente han aprendido a pensar, han aprendido a moldear su cerebro, que está vivo, es plástico y en continuo cambio y evolución. Claro que que se heredan muchas cosas, pero también se moldean.
Y, ¿Por qué nos deprimimos ?
Sobra decir, que son muchas las razones o causas que pueden derivar en una depresión, Y SOBRE TODO, muy raramente encontraremos una única causa. [Por si no lo has leído, en este blog abordamos qué es la depresión, cuáles son sus sintomas]
Antes de seguir adelante, con frecuencia trataré resolver si fue antes el huevo o la gallina se vuelve una misión cuando menos difícil. Es evidente y cierto que los niveles de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina son bajos en personas deprimidas, pero la persona esta deprimida por eso bajos niveles de neurotransmisores o esos niveles se han ido reduciendo por un estado de ánimo deprimido debido a esquemas cognitivos y pensamientos depresógenos?.
Pues después de esta deriva previa, que nos ayude a tod@s a matizar y poder entender un poco mejor todo lo que rodea a la depresión, es momento de tratar de concretar algunas de las posibles causas que pueden explicar una depresión, que por algo va de esto este blog.
Origenes físicos, orgánicos:
Al margen de todo lo expuesto hasta el momento, nos encontramos con determinadas enfermedades o o pautas de actividades física que pueden incidir directamente y actuar como precursores de una depresión:
Hipotiroidismo: Esta disfunción de la glándula tiroides, esencial para el adecuado funcionamiento del metabolismo, provoca una alteración de los niveles hormonales que reduce el metabolismo y una consecuencia es el descenso de los niveles de concentración de serotonina.
Tumores cerebrales: tumores, meningiomas, principalmente si están localizados en los lóbulos frontales, pueden provocar sintomatología depresiva. Cuando nos encontramos con una fuerte resistencia a cualquier tratamiento para la depresión, es importante revisar que no nos encontremos ante una patología de este tipo.
Parkinson: Mas allá de una enfermedad motora, aparece también como una alteración que puede derivar en depresión, por la afectación neuroquímica que produce, y por alterar los estilos de vida de la persona.
Son enfermedades que pueden en si mismas explicar la génesis de algunas depresiones. En otro mucho casos, como son Esclerosis múltiple, Lupus, Cáncer, VIH/SIDA, Cardiopatías Crónicas, la depresión presenta incidencias significativas pero nos encontramos aquí realmente mas con una reacción de duelo ante la pérdida de estilos de vida, de disminución de la actividad física y de actividades gratificantes, que con una depresión.
En estos casos la depresión supone como en la mayoría de los casos una interacción entre la enfermedad y sus consecuencias y el estilo de afrontamiento de la persona. Por esta razón, no todas las personas con cáncer presentan depresión, y los mismo cabe decir para el resto de patologías mencionadas.
Estilos de Vida y consumo de sustancias
Hay cada día más voces científicas en el espectro médico, que claman por dejar de mirar hacia desequilibrios químicos, para mirar más hacia desequilibrios en los estilos de vida, en lo que a la depresión se refiere. Realmente cabria decir lo mismo en otros muchos casos como al depresión.
Estilos de vida sedentarios.
Si bien no son una causa en si mismos, si que son precursores y facilitadores de estados de ánimos deprimidos. La Inactividad esta asociada a descensos de dopamina y serotonina, mientras que la actividad física es uno de los antídotos mas recomendables para evitar una depresión, entre otras cosas por las endorfinas que se generan con la práctica del deporte.
Consumo de sustancias.
El consumo crónico de alcohol y drogas como la marihuana o la cocaina, por ejemplo, están muy asociados con la depresión, aunque aquí, la relación es recíproca.
¿A qué nos referimos?. Con un dato creemos que basta para dejar claro a que nos referimos, la depresión es el segundo factor de la drogadicción. Es decir, personas con un estado de ánimo deprimido o con una depresión en toda regla, son más proclives al uso y abuso de sustancias.
Por otra parte, el uso y abuso de drogas, como alcohol, marihuana, cocaína, anfetaminas,…unas con su acción estimulante y otras con su acción sedante, comparten un hecho; alteran la química neuronal, entre otros efectos psicosocioales. Así, el organismo pierde gradualmente su capacidad de generar y regular los equilibrios de neurotransmisores básicos para un adecuada respuesta emocional, como por ejemplo alterando los centros reguladores de las sensaciones de placer y bienestar.
Al margen de lo anterior, el afrontamiento de la desintoxicación de cualquier sustancia, tienen como efecto paralelo, sintomatología depresiva, en respuesta a la pérdida de la que ha sido la principal fuente de refuerzo durante mucho tiempo.
Estilos de vida Estresante.
Seguramente a poc@s sorprenderemos al afirmar que la sobredemanda y sobrecarga mental, a la que nos vemos enfrentados cada día y a la cual casi nos hemos habituado y ya ni prestamos atención, nos lleva cada vez más a rozar o caer en depresión.
Tomando las palabras de Enrique Rojas (psiquiatra), que algo sabe del tema “La tensión y el estrés son rampas deslizantes hacia la depresión”.
Resumiéndolo muy mucho y para no aburrir con explicaciones mucho más largas y tediosas, bien podemos decir, “que terminamos deprimidos por agotamiento”, por sobrecarga del sistema, al que con frecuencia no se sabe poner válvulas de escape.
Causas psicológicas
Sobra decir, después de la introducción que nos hemos marcado, que hablar de causas psicológicas, de alguna manera también es hablar de causas biológicas. Al fin y al cabo, tenemos la costumbre de llevar la cabeza pegada la cuerpo, ¿no?.
Aquí, podríamos extendernos y llenar cientos de páginas, con todos los detalles, pormenores y diferentes modelos y teorías explicativas centradas en las variables cognitivas de la depresión, pero no lo haremos. Vamos a quedarnos con el común denominador de todas ellas, que no es otro que reconocer que entre otras muchas cosas, las personas procesamos información, tanto interna como externa.
Si has aprendido que es “normal” que pueda dolerte la cabeza y que “seguramente” sea por tensión, cansancio,…probablemente, te duela, te aguantes, te tomes un analgésico y listo. Pero si has aprendido que siempre puede haber algo peligroso y que debes asegurarte, entonces ¿te quedarías igual de tranquil@?.
Uno de los autores más trascendentes para entender y abordar el tratamiento de la depresión fue Aaron Beck, y en línea con lo que estamos planteando, o mejor dicho, nosotros en línea con lo que él planteaba :-), nos construimos nuestros esquemas sobre nosotros mismos, sobre el mundo y sobre le futuro, y como resultado del proceso de aprendizaje de cada uno, podemos haber aprendido a tener una visión negativa de nosotros mismos, del mundo y/o del futuro, y claro, con ese equipaje, es más fácil que ante determinadas circunstancias, los sentimientos de tristeza, el desánimo,…, aparezcan y lo peor, se instalen. Échale un vistazo a este blog, o a este otro, para profundizar un poco más
Es fácil perderse en nuestra propia mente
Y como tod@s sabemos muy bien, somos expertos en sesgar y filtrar lo que vemos y oímos, y normalmente, salvo pocas y honrrosas excepciones, tendemos a filtrar y sesgar según como pensamos, según nuestra teoría de las “cosas”; y claro, si nuestra teoría sobre nosotros, o sobre le mundo, o sobre el futuro, no es precisamente muy positiva, es fácil que aparezcan sentencias en nuestra cabeza como: “no valgo para nada”, “la vida es una mierda”, “esto no cambiará nunca”,…¿Cómo estar lleno de energía si esa es la realidad que nos creamos?. Si quieres más información, aquí tienes mucha y buena información
Ahí tendremos nuestro mayor reto, aprender, o mejor dicho, reprender a reconocernos con otro modo de vernos a nosotros mismos, al mundo y/o al futuro
¿Y Ahora?, ¿tiene solución la depresión?.
Pues claro que la tiene, aunque más que hablar de solución, hablar de soluciones. Eso sí, mágicas, ninguna, al menos ninguna que conozcamos nosotr@s.
No podemos, es más, tampoco debemos, entrar aquí en detalle de los tratamientos para la depresión. Caeríamos en el error de simplificar en exceso, y eso en poco ayuda a nadie. En este sentido, vamos a tratar de abordar los dos grandes abordajes terapéuticos entorno a los cuales hay todavía mucho debate, aunque sinceramente, no entendemos muy bien porqué.
Tratamiento farmacológico.
Centrados en la neuroquímica del cerebro, ya hemos comentado que la serotonina y la dopamina, principalmente, tienen un papel importante y se encuentran en concentraciones deficitarias en las personas con depresión. Así, pues se han desarrollado y tenemos actualmente fármacos muy eficaces, que actúan precisamente aumentando la concentración de estos neurotransmisores en el cerebro.
Pero ¿ que ocurre con estas medicaciones?. Lo que se ha puesto de manifiesto después del primer “Beso Químico”, es que las dosis es necesario irlas incrementando hasta llegar a las máximas dosis posibles, y el factor más determinante, prácticamente en el 100% de los casos hay recaídas tras la supresión de la medicación.
Esta es una de las principales variables que ponen en tela de juicio el origen neuroquímico de la depresión.
Entonces ¿no deben tomarse medicación?. Todas o al menos muchas investigaciones, hablan de los beneficios de terapias, tratamientos combinados: Farmacología & tratamiento psicológico, de orientación cognitiva más concretamente.
El apoyo farmacológico, hace más accesible el tratamiento psicológico y se reducen los tiempos de tratamiento. Por lo tanto, en los casos donde sea adecuado, en función de la gravedad/intensidad de la depresión, la opción terapéutica más recomendable es el tratamiento combinado. Terapia psicológica & farmacológica.
Tratamientos Psicológicos.
Todas las investigaciones más recientes han puesto de relieve la alta eficacia de las terapias cognitivo-conductuales, ahora solo hace falta saber.
¿y qué es un terapia cognitivo-conductual?. Pues es el abordaje terapéutico de la orientación científica de la psicología denominada cognitivo conducta, donde se aborda el todo el conocimiento sobre las pautas de pensamiento, de análisis y procesamiento de la información, de gestión emocional y de estilos de comportamiento.
Así pues en un tratamiento cognitivo conducta, se abordará el aprendizaje para el manejo y control de pensamiento junto con el aprendizaje para el control de estímulos y la gestión emocional. Aquí el conocimiento teórico y terapéutico se ha disparado en los últimos años, y son muchas las técnicas y recursos que permiten abordar con garantías una enfermedad como la depresión.
Desde técnicas de relajación y concentración, pasando por técnicas de gestión del estrés, reestructuración cognitiva, técnica de debate racional – emotivo, técnicas narrativas, técnicas de resolución de problemas y un largo etcétera, se establecen programas de tratamiento específicos en función y solo en función de toda la información recopilada en la primera y necesaria fase de evaluación y diagnóstico.
Por lo tanto, y desde el convencimiento del día al día, queremos afirmar rotundamente, que se pueden aparcar y dejar atrás las grandes mentiras con las que depresión atormenta. La tristeza, el desánimo, la apatía, la falta de energía y muchas otras cosas que nos “regala” la depresión, son optativas, el camino, puede costar un poco, pero se anda y se logra, claro que logra. En otro blog, tiene más información sobre los síntomas
Ánimo y coraje para tod@s l@s que podáis estarla viviendo. Que más pronto que tarde deje de ser compañera de viaje…que l@s hay mil veces mejores
“Nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos”
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