Frases Tóxicas

Colección de Frases Tóxicas

Hoy queremos compartir aquí una colección de frases que hemos titulado “Frases para el Desguace” y que resumen muchas de las cosas que  hemos ido tratando a lo largo y ancho de los blog publicados.

Frases que lo único que hacen es intoxicar y que no dejan afrontar adecuadamente momentos o circunstancias que podemos encontrarnos y que no son ni fáciles ni agradables.

Hay un proverbio árabe que nos aporta una clave importante.

Si lo que va a decir no es más bello que el silencio: No lo digas.

Con frecuencia cuando nos encontramos con situaciones en las que no sabemos muy bien que decir.  En muchas de esas ocasiones, lo mejor es precisamente no decir nada y escuchar, escuchar de verdad.

Pero esas frases tóxicas, a veces somos nosotr@s mism@s quienes nos las decimos, y conforman parte del discurso que mantenemos con nosotros mismos. En este otro blog, nos sumergimos en la mente como emisora de pensamientos

¿Por qué son Frases Tóxicas?

Son tóxicas porque tiene la misma cualidad que cualquier sustancia tóxica,  producir efectos perjudiciales al entrar en contacto con ella.

Las palabras, al igual que tienen un poderoso efecto calmante y curativo, también pueden ser agentes tóxicos muy poderosos.

Un frase, refleja una percepción muy concreta de la realidad o de lo que debe ser la realidad y por esta razón, solo representa una de las muchas versiones posibles.

Son varios los factores por los que una frase puede considerarse tóxica:

Atribuyen Intencionalidad: Sentencian de manera tajante las razones por las que ocurre determinada cosa o se reacciona de un determinado modo.

Promueven sentimientos de Culpa: Atribuyen una intencionalidad negativa a lo que otra persona o un@ mism@ hace o expresa. “Lo que pasa es que ya no me quieres”, esta es, probablemente, una de las frases en el top ten dentro de esta categoría. Profundizamos en la culpa en este otro blog

Son impositivas: No contemplan las dificultades que se pueden tener para hacer frente a determinadas circunstancias de la vida.

Estigmatizan las emociones: Con mucha frecuencia las emociones son molestas e incómodas y lo que se plantea es eliminar las emociones, en lugar de ayudar para afrontarlas. Empujan más a neutralizar las emociones en lugar de afrontarlas y eso solo lleva a cronificar el malestar.

Exigen certezas: Lejos de animar a creer en un@ mism@ y aprender a convivir con la incertidumbre, insinúan que si no se esta segur@ 100%, se va “por mal camino”.

Distorsionan la Realidad: Se centran solo en una parcela o versión de lo que ocurren lo toman como dogma.

Son absolutistas: Plantean las cosas en términos de lo que se debe o no se debe hacer. ¿Quién determina eso?. Algo así como creerse en posesión la verdad, y hacerlo saber.

18 frases para enviar al desguace

 

1.  Esto es lo mismo que plantear que la solución para no sentir miedo, es no tener miedo.

Aprender a descubrir y manejar aquello que impide que se afronten las cosas de un modo más “tranquilo” es clave para poder aparcar las preocupaciones, pero para ello, lo primero es aceptar y aceptarse

 

 

 

 

2.

Pues claro que no y ahora, probablemente, todavía menos que antes. ¿Cómo se puede estar 100% seguro?. Es importante y necesario aprender a creer y confiar en lo que cada un@ cree que es lo más adecuado, y afrontar las consecuencias.

Claro que la reflexión sobre lo que cada uno vaya a decir es importante,  pero eso no está reñido con lo anterior. Se trata de analizar los pros y contras, no de tratar de responder a una pregunta trampa ¿cuál es la solución perfecta?, ¿cómo estar sergur@?.

 

 

 

3.

Ahora ya tenemos el camino más claro: “no lo hago porque soy un/a vag@”.

Sin saberlo acaban de darnos la excusa perfecta para no hacerlo. “soy un/a vag@”. Así, en lugar de afrontar y enfrentarse a lo que cuesta, se desestima por vaguería.

Es preferible, preguntar porqué esa dificultad para hacerlo, que puede en muchas ocasiones ser simple miedo a fallar

 

 

 

 

4.

Qué fácil ¿verdad?.

 

Es cierto que planificar actividades gratificantes y hacer aquello que nos aportaba bienestar puede ayudarnos, pero también conviene conocer y reconocer cómo y porqué hemos llegado a ese estado de tristeza y apatía,  en el que se nos hace muy cuesta arriba el día a día.

Darse derecho a estar triste es el primer paso para dejar de estarlo.

 

 

5.

Como si no se hubiera hecho ya mil veces  esa reflexión.

En muchas ocasiones, escuchar activamente, un abrazo, ofrecer todo el apoyo posible, son  las mejores maneras de expresar que “no se está sol@”, que “pueden encontrarse otras soluciones”, “que conseguiremos recuperar las energías y el ánimo”,…

El dolor de otros puede resultar incómodo,  pero la mejor manera de ayudar no es precisamente cargar con más peso.
Antes de hablar detengamos a pensar: si esa personas tiene hijos, p.e.,  ¿es razonable pensar que ya habrá reflexionado sobre ello?.

 

 

6.

Pues si ya era complicado afrontarlo, ahora que es una obligación “olvidar”, costará el doble o el triple. 

Y nos preguntamos: ¿olvidar es un objetivo?, ¿se puede olvidar?, ¿cómo se hace eso?.

Se trata de ayudar a descubrir que la vida tenía, tiene y tendrá sentido y razón de ser aunque esa persona no esté ya en el proyecto de vida. Claro que es doloroso, pero realmente solo hay una persona capaz de darle o quitarle sentido a la propia vida: UNO MISM@

 

 

 

7.

Precisamente el problema es que se tiene miedo, ¿no? 

Habrá por lo tanto que aprender a identificar y manejar ese miedo, para descubrir que se puede tolerar y gestionar.

Normalizar el miedo y orientarse para afrontarlo, es mejor opción que negarlo.

 

 

 

 

 

8.

¿Qué significa “pensar en ti”?, ¿Qué es dejarse pisar?. ¿Dónde acaba un@ mism@ y empieza la Relación? ¿Y las inquietudes de la otra persona?,…

Cuando se trata  de relaciones de pareja, son muchos los matices. Por eso

Conviene  tener cuidado con eso de pensar “solo en un@ mism@”. Y sobre todo, humildad a la hora de creer que las prioridades de un@ son las que deben tener l@s demás.

 

 

 

 

9.

Probablemente, sacar esta frase a relucir sea la mejor manera de pasar un mes más sin tenerlas.

¿Y si mejor probamos a  interesarnos por lo que pueda estar ocurriendo?.

Sin darnos cuenta, de este modo introducimos la EXIGENCIA a tener relaciones y con esa obligatoriedad es más complicado que las ganas aparezcan.

 

 

 

 

10.

¿En serio?. ¿Eres tan estático como una estatua. de mármol?.

Ponerse a la defensiva, con un “yo soy así”,  implica asumir que no se puede seguir avanzando  y creciendo como persona.

David Bourland, JR, experto. en semántica general y alumno de Alfred Korzysbki, enfatizó que cada vez que utilizamos el verbo “ser”, para definirnos estamos cometiendo en esencia un error.

 

 

 

 

11.

¿Se veía venir?. ¿Seguro?

Ahora, además de tristes, preocupad@s y ocupad@s en seguir adelante, debemos también “preocuparnos” por  ¿”no saber verlo venir”?.

Además, esto refleja la tendencia que tenemos las personas a inferir arbitrariamente  y procesar aquella información que coincide con la creencia de base.

Cuando sale “bien”, ¿también se veía venir?”.

 

 

 

 

12.

¿Comparada con qué?. ¿Qué otra vida conocemos para semejante comparativa?

 

 

la vida no es ni justa ni injusta, la vida es eso, vida. Se limita a ocurrir, con sus buenos y malos momentos.

Esa frase solo nos victimiza y nos aleja de afrontar los malos momentos.

 

 

 

13.

Pues con esa sentencia, ya tenemos otro motivo para la preocupación y el desánimo.

Es otra posible frase ante un mismo hecho, como ya hemos visto 5 frases más arriba, y que del mismo modo, intoxica la relación.

La lectura de pensamiento, es un recurso tentador, pero traicionero.

Antes de hacer esos juicios de valor, es preferible interesarse genuinamente por lo que puede ocurrirle a esa persona tan importante en nuestra vida.

 

 

 

 

14.

Aquí surgen alíenos 2 preguntas que pueden ayudar:  1- ¿El resto de las personas si “TIENEN” tiempo?. 2- ¿Eres el/la únic@ “SIN TIEMPO?. 

Quizás en problema está en eso de tener que llegar a TODO.  Un ejercicio interesante es tratar de concretar que es todo, y que pasa si a algo nos “llega”.

 

 

 

 

 

 

15.

¿Seguro?. ¿Siempre Todo sale Mal?.

Si se revisan con detenimiento, ni Siempre, ni Todo, sale Mal. Esto que se llama pensamiento dicotómico. en este blog hay más información

Claro que hay rachas en las que puede parecer que eso ocurre así.  Pero incluso en esas malas rachas, hay cosas que no salen “mal”.

 

 

 

 

 

16.

¿Que no ha servido para nada?

¡¡Que va!!. Ha servido para demostrar que puedes estar “3 meses” sin fumar, p.e.

Entra dentro de lo esperable recaer un día. Solo ha sido un tropiezo en el camino. ¡¡Sigue!!

 

 

 

 

 

17.

¿Qué tiene de malo ocuparse en un proyecto personal o profesional?.

La cuestión está en como se comunica y se gestiona, porque el resto de proyectos vitales que forman parte de la propia vida: pareja, hijos, familia, amigos,…, también precisaba tiempo y dedicación.

Esta frase encierra la interpretación de desinterés hacia los demás y eso es mucho interpretar. Si se asume, la culpa hace acto de presencia.

 

 

 

 

18.

Detrás de esta frase, lo que se plantea es que no te quejes en definitiva. 

Y lo más tóxico de esta frase esté en confundir la expresión del malestar y pedir ayudar, con la queja.

Para qué interesarse por lo que ocurre dentro de ti ¿verdad?.

Raramente se trata de cosas materiales. La cuestión clave está en lo que para cada cual significa lo que le ocurren y es ahí desde donde se puede aprender a mejorar.

 

 

 

 

Conclusión.

No vamos a extendernos con la conclusión. De hecho vamos a ser muy escuetos.

Como ya hemos dicho, estas son solo una muestra no exhaustiva de las innumerables frases tóxicas que decimos, escuchamos y nos decimos.

De la misma manera que haríamos con cualquier sustancia,  todas frase que reste más de lo que suman de algún modo podemos considerarla como tóxica.

Si queremos ayudar y ayudarnos, es importante que dediquemos tiempos a pensar y por lo tanto a expresarnos y hablar/hablarnos, más centrados en descubrir y construir, que en destruir.

La pregunta, el interés genuino por entender l que ocurre, es la herramienta más poderosa para tener información sobre la que avanzar y con la que ayudar.

A veces el silencio es la mejor manera de decir, te entiendo y aquí estoy para ayudarte. y los mismo cabe decir de una brazo.

 

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